Sabemos que debemos cuidar los recursos naturales y administrarlos con criterio. Asimismo nuestros bolsillos nos agradecerán el buen uso de los productos de papel de consumo diario.

Lo primero que se recomienda ante la problemática de la optimización del uso de papel es, como podría esperarse, una mejor dosificación. En el uso del papel higiénico, las toallas intercaladas y los paños de cocina la dosificación incorrecta o excesiva es gran parte del problema.

Es en este punto donde es importante, especialmente en los baños del área institucional, contar con dispensadores que administren correctamente el producto (ya sea toallas intercaladas o papel higiénico) para evitar el desperdicio en la mayor medida posible.

Otro punto a considerar es la calidad del producto que se está utilizando. “Lo barato sale caro” dicen, y es verdad. Lo notamos al ver que las toallas de mano que habíamos adquirido hace poco ya se encuentran descartadas en la basura. En productos de papel es muy evidente que un producto más económico no siempre es más barato. Por ello es fundamental buscar un producto que ofrezca calidad y no nos dejemos seducir por un precio tentador.